miércoles, 12 de noviembre de 2008

¿Puede decidir un muchaho de 15 años ser gay?

Al parecer no, según el intelectual de derecha, Federico Hernández, quien en un artículo donde ataca al candidato presidencial de izquierda, Mauricio Funes, termina exponiendo la visión religiosa moral de la élite que él representa. Una visión, por supuesto, retrógrada , con visos de homofobia encubierta de buenas intenciones.

En su crítica (ver) trata de satanizar las palabras de Funes, que se mostró a favor de la convención sobre los derechos de los adolescentes. Se vale de una declaración de tipo política, para plantearse interrogantes más allá de lo que dijo el candidato. Veamos:

“Porque me parecería digno de estudio que Mauricio Funes viniera a decirnos que elegir orientación sexual a los 15 años de edad tiene que ser considerado un "derecho", cuando existen personas que llegan a la adultez y siguen sin definir su "orientación". Pero más complicado todavía: ¿Insinúa el candidato que una adolescente puede tomar, responsablemente y sin la debida guía de quienes más le quieren, la decisión de elegir pareja sexual y tener vida en común con ella? ¿Sí? ¿Le suena razonable? Pues que me explique cómo hacemos para evitar que nuestros jóvenes se sigan muriendo de Sida --¡y en mayor número!--, después de haberles asegurado que elegir su orientación sexual y acostarse con alguien forma parte de "sus derechos".”

Analicemos, ¿un adolescente puede o no decidir ser homosexual? Es una pregunta muy abundante en ignorancia. Debe saber el señor Hernández que nadie decide ser gay, a los 15 años todo homosexual sabe lo que es, tema aparte es que lo quiera aceptar o compartir con sus padres.

La segunda parte de la pregunta también es muy tonta. Veamos, una cosa es ser gay y otra aceptarse. Yo no conozco a ninguna persona sexualmente indefinida, todos los adultos saben lo que quieren, otra cosa es que confiesen ser gay y según voy entendiendo, ese es el problema de fondo para el señor Hernández, que más gente salga del armario. Algunas cosas de homofóbicos de este país se sobreetienden: sea gay, pero en privado.

¿Insinúa el señor Hernández que el candidato Funes está promoviendo el libertinaje sexual entre los jóvenes? Vean, todo el artículo de este intelectual se basa en especulaciones y en divagaciones mentales sobre lo que habría dicho el candidato o lo que significan sus palabras, esta es una forma muy ruin de propaganda política.

Si el candidato está insinuando el libertinaje sexual, entonces es responsable de los contagios de VIH entre la juventud ¿no les parece monstruosas las insinuaciones del poeta Hernández? Hasta ahora, los contagios juveniles de este virus, tienen que ver con las políticas de salud de este gobierno y los anteriores, por tanto, ya tenemos culpables a quien señalar con el dedo señor Hernández.

Las cosas que al escritor le parecen horribles, como que un joven elija pareja y tenga relaciones sexuales, es algo que ocurre a diario en este país. Ese quizá es el menor de los problemas, lo más grave es que se contagien de enfermedades y que las jovencitas resulten embarazadas. Es decir, hay un problema de educación sexual que nos afecta y que por el contrario, los gobiernos lo enfrentan de manera tímida y cobarde, tratando de quedar bien con las iglesias a costa del sufrimiento de la población. Eso debería preocuparle al señor Hernández.

Esta campaña electoral promete ser de lo más sucio que se haya visto y parece que la derecha hará uso de todo lo que esté a su alcance para despotricar al contrincante. Será un circo en donde los políticos se revolcarán en inmundicia para satisfacción de las masas. Los intelectuales que dicen ser muy agudos en sus proyecciones mentales, no deberían de entrar a la arena, podrían salir como payasos.


sábado, 8 de noviembre de 2008

Los gays de California pierden (por ahora) la batalla

Los californianos votaron el 4 de noviembre por la prohibición de los matrimonios homosexuales, dando al traste con la decisión de la Corte Suprema estatal de hace pocos meses, que permitía la unión legal de las parejas del mismo sexo, y por consiguiente, de gozar de los mismo provilegios que una pareja heterosexual.

Este es el tercer round de una batalla de años. En el 2000, los votantes decidieron prohibir los matrimonios del mismo sexo. En mayo anterior, la Corte indicó que no se podía prohibir la unión de estas parejas, lo que desembocó en una masiva celebración de bodas. Ahora, los votantes volvieron a negar ese derecho a la comunidad gay. Lo distinto ahora es que la polémica toma otras dimensiones, luego que se denunciara la intervención de diferentes iglesias en la campaña a favor de la prohibición.

Algunos cuestionan que las iglesias gozan de la excepción de impuestos a expensas de los contribuyentes, por lo tanto, no deben de metersse en asuntos políticos, cuando se sabe que en estos avatares, siempre sale perjudicda una parte de la comunidad. Es por eso que un grupo de manifestantes se reunió, poco después de conocerse los resultados, en los alrededores de una iglesia mormoma, en West Hollywood, donde protestaron en contra de la intervención de la fe en asuntos políticos. Hubo actos de violencia menores.

Hay denuncias de feligreses que dentro de sus iglesias, pastores y curas, les exhortaban votar en contra esta uniones. Según datos proporcionados por la agencia AP, en la campaña en favor y en contra de la propuesta se gastó 74 millones de dólares. Fue impresionante la cantidad de anuncios que se vieron el día anterior en los canales hispanos de parte de los grupos que estaban en contra de las uniones gay. Recordemos que Obama pagó un millón de dólares por 30 minutos por aparecer en la televisión. Hagamos el cálculo de cuánto cuesta 30 segundos que duraban los "spots" publicitarios.

Y no es casual que se haya gastado tanta plata en la comunidad hispana, que según algunos informes, votó en su mayoría en contra de los matrimonios gay. Las iglesias se aprovecharon de los lastres conservadores que nuestra comunidad aún mantiene, es especial debido a la influencia de la iglesia católica.

Se lamentaba un activista homosexual en un canal local, que durante la marcha del Primero de Mayo del año pasado, en donde los inmigrantes exigían una reforma migratoria, la comunidad gay fue solidaria y ahora, que se esperaba la misma solidaridad, las cosas fueron distintas. Un punto más que se debate en esta polémica, es el sometimiento al voto popular de los derechos civiles.

Para la comunidad homosexual californiana, el matrimonio forma parte de los derechos civiles y por lo tanto, el goce o no de ellos, no depende de la voluntad popular, sino que es una cuestión emimentemente legal. Creo que por ese sendero van las siguientes acciones de los activistas homosexuales.

En lo pesonal, estoy de acuerdo en que las uniones gay son un derecho y no un privilegio de grupo, como lo dejan ver los opositores. Digo privilegio, porque entonces hay que ser heterosexual para poder casarse. Es bien sencillo distinguir la violación a los derechos individuales.