La derecha homofóbica y los fanáticos religiosos de este país, han comenzado de nuevo la ofensiva para prohibir constitucionalmente los matrimonios homosexuales en El Salvador. Han comenzado a asustar a la gente, como es usual en ellos para conseguir lo que quieren.
Las cosas parecen estar más claras ahora, luego que el FMLN (después de mantener una posición ambigua en el pasado) sentara de una vez posición respecto al tema, y dejara las cosas claras: la ley ya prohíbe los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Tardaron mucho en leer detenidamente las leyes salvadoreñas y le dieron espacio para que los sectores intolerantes y fomentadores del odio tomaran relevancia entre la opinión pública, aún cuando desde hace muchos, la comunidad homosexual en El Salvador había advertido que dicha reforma era innecesaria.
Es de comprender que el debate de la reforma se dio en un momento electoral y por eso, nosotros comprendíamos la inseguridad del FMLN y su indecisión de tomar una posición más firme.
Ahora que las cosas están claras, es de hacer entender a la gente, que la reforma es innecesaria, que los partidos de derecha andan buscando votos, que es una nueva estrategia para atacar a la izquierda, que en El Salvador, con la actual legislación, nunca se podrá celebrar una boda gay. Esas cosas tienen que hacerse saber a la población.
Por supuesto, nos enfrentamos a un monstruo de varias cabezas: partidos políticos, iglesias y personajes siniestros, como la señora de Cardenal, que tienen todos los canales abiertos y a su disposición para mentir y aterrorizar a la opinión pública.
Insisto: la reforma que intenta la derecha es innecesaria, porque las leyes actuales en El Salvador, impiden los matrimonios del mismo sexo.