viernes, 26 de octubre de 2007

Las campañas (homofóbicas e hipócritas) contra el SIDA

El gobierno ha hecho varias campañas para combatir la expansión de la epidemia del SIDA en el país, pero yo siempre he criticado que no se tome al toro por los cuernos y se hable de forma más sincera y realista del problema.

Hay dos aspectos que no se tocan, o por el contrario, se hace de forma tan vaga, que sólo la persona educada, de mente aguda y de alguna forma, informada, puede entender. Y es el uso del condón, como la única manera efectiva de evitar el contagio en un contacto sexual y que las relaciones homosexuales existen y ocurren más de lo que la gente pueda creer.

Las campañas pretenden ocultar ese lado feo de las infecciones y para llegar a la conciencia de la gente se valen de eufemismos mediáticos, destacando a las víctimas más inocentes de este flagelo, como son los niños contagiados por sus madres durante el embarazo y las mujeres infectadas por sus infieles maridos.

¡Claro!, ¿quién no va a sentir pena por estas inocentes víctimas? Pero no se va más allá y el mensaje no llega a aquella población que corre riesgo, como son los jóvenes que cada vez comienzan su actividad sexual a más corta edad y al hecho de que la fidelidad de pareja en esa época es un concepto tan vago como pensar sobre que un día se será anciano.

No se le puede exigir a la población de más alto riesgo que sean fieles y se ignore o se ponga en segundo plano el uso del condón o que se diga que las relaciones homosexuales sin protección son peligrosas para la salud.

Yo veo en esas campañas un velo conservador y religioso ortodoxo. Sabemos que la Iglesia se opone a las relaciones extramaritales y hace énfasis en la castidad antes del matrimonio y que mantiene una línea intransigente hacia la homosexualidad.

Por lo tanto, estas campañas jamás le dirán a la gente que el condón es el primer frente en el combate al SIDA y nunca alertarán a la población homosexual, de forma directa, que las relaciones sexuales irresponsables y sin protección, es la manera más común de adquirir la infección del VIH.

Sí hay campañas, pero hipócritas, diseñadas quizá por conservadores religiosos, enviando mensajes incompresibles hacia una población más liberal, más heterogénea, muy joven para comprender sus mensajes moralistas, muy alejada de la iglesia para entender el concepto de pecado entre una relación homosexual o una relación prematrimonial.

Y otro aspecto, imperdonable, que se ignora a la población juvenil homosexual, que no tienen en absoluto ninguna orientación sexual, porque para empezar, la homosexualidad es un tabú en la familia, en la sociedad y jamás encontrarán a nadie que les señale un camino a seguir.

Éstos son los que más riesgo corren, porque jamás encontrarán una guía en el hogar, la Iglesia, en la sociedad y mucho menos en la escuela. ¿Quién educa a los jovencitos homosexuales sobre la sexualidad?

Por eso creo, que las campañas gubernamentales para el combate del SIDA son hipócritas, conservadoras y homofóbicas.

jueves, 18 de octubre de 2007

¿Las uniones del mismo sexo denigran a las personas?

Bueno, esa es la tesis de Doña Regina de Cardenal en su último artículo en El Diario de Hoy, donde hace sus elucubraciones mentales y dibuja al candidato presidencial perfecto ––que por cierto es un hombre–– para el país, y reitera de forma velada su odio hacia la comunidad homosexual de El Salvador.

http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_opinion.asp?idCat=6342&idArt=1770082

Hace un listado de las virtudes que debe de tener este candidato ––nunca menciona que podría ser mujer–– entre ellas, que debe ser un buen padre y además un creyente cristiano ¿Un religioso en el gobierno? ¿Acaso no es este un Estado laico en donde no importa la fe del candidato, sino su capacidad para gobernar?

Pues, leyendo entre líneas el artículo en cuestión, resulta que Doña Regina de Cardenal, quisiera ver en la presidencia a un hombre ––sí un hombre–– profundamente católico, fundamentalista, homofóbico y además, con credenciales de buen empresario.

Por lo estrecho de su análisis, no me queda duda de que se está refiriendo a que quisiera ver a René Figueroa como presidente, y como ella es una cristiana ortodoxa, sabe que una mujer no debe estar sobre la autoridad de un hombre, y por eso es que no menciona que el presidente pudiera ser del sexo femenino. Si no hay curas mujeres, tampoco debería de haber mujeres presidentes.

Pero volviendo al título de este artículo, ella pone en el mismo plano los vicios humanos con la homosexualidad:Que defienda la dignidad de la persona y se oponga a todo lo que la denigra como la prostitución, las uniones del mismo sexo, la pornografía, especialmente la infantil, el uso o tráfico de drogas, la discriminación étnica y racial. ”

¿Es equivalente colocar las uniones homosexuales en el mismo plano con la pornografía infantil, el tráfico de drogas, la discriminación racial o la prostitución? Todos, excepto las uniones homosexuales, son delitos o mal vistos por la sociedad. ¿Por qué lo escribe en el mismo párrafo?

Trato de imaginar el tipo de sociedad que la señora de Cardenal ansía en su mente: un estado religioso, gobernado por curas o pastores, donde la ley penal no se distinga de los Mandamientos, donde la mujer esté sometida por el hombre, donde se castigue con cárcel los pecados y se ejecute públicamente a los homosexuales. Sí, esa es la sociedad que ella sueña, nada distinto a lo que hacían los talibanes en Afganistán.

Por suerte, vivimos en una sociedad más o menos libre, donde los homosexuales, aún sin el reconocimiento del Estado, conviven maritalmente y en donde los pensamientos como los de esta señora poco a poco se van desvaneciendo, gracias a los medios de comunicación alternativos ––como la internet y este blog, por ejemplo–– y que la gente poco a poco se va desprendiendo de las ataduras morales que le impone la religión.

Por cierto, una Iglesia Católica llena de curas homosexuales que abusan de menores sin que la señora de Cardenal diga nada y calle de forma sospechosa. Igual que la misma Iglesia.

¡Vaya, cuánta hipocresía!

sábado, 13 de octubre de 2007

Sobre las bitácoras o blogs, y algunos temores

Bueno, parece que el tema de los blogs o bitácoras, ha levantado interés en algunos sectores del país, en especial en el político; que lo ve desde una amenaza para la democracia (como dice Kirio Waldo Salgado), hasta lugares en donde “entra y sale basura” como lo dice El Diario de Hoy. Clic acá y aquí

Leyendo el editorial de EDH y la opinión de Kirio, tal parece que el tema de las bitácoras es algo que preocupa a la derecha de nuestro país, no a la mayoría de gente que no tiene acceso a internet, como bien lo indica EDH.

Es bien sabido que es la clase media la mejor informada, la que mejor se adapta a las nuevas tecnologías y hace uso de ellas y también, la que está mejor conciente de su papel en la sociedad, por lo tanto, es esta clase la más crítica al poder.

La clase media es la que hace prosperar a un país. La clase dominante siempre querrá borrar las críticas y la clase baja siempre tendrá que aguantar todo y esperar que Dios cambie las cosas a su favor.

La clase media, si bien tiene sus creencias, no se traga eso de que Dios la va a ayudar o que los ricos por voluntad propia serán más humanos: siempre se ha inclinado por hacer las cosas por si misma. Sabe la clase media, que está en la capacidad de cambiar a la sociedad.

Entonces, cuando la derecha comienza a criticar las bitácoras, de forma velada (que de ellas entra y sale basura), significa que se siente amenazada. Y es que por primera vez, la clase poderosa no tiene el monopolio de la información y la gente no necesariamente formará su opinión leyendo publicaciones en los medios tradicionales que nunca han sido imparciales, y menos, dicen todo lo que ocurre al lector.

Es bien sabido que de la clase media han salido las mejores mentes que han cambiado la historia: desde la caída de las monarquías, el nacimiento de las democracias modernas, las revoluciones, las grandes invenciones del siglo XX, etc.

Sin la clase media, aún estaríamos en el oscurantismo, con una Iglesia paranoica y parroquianos aterrorizados por la presencia de Satanás en cada esquina.

Es por eso que al poder siempre le ha disgustado la clase media, los intelectuales. Y no exclusivo de El Salvador. Vean en Venezuela, cómo el poder, representado por Hugo Chávez, cierra medios de comunicación y lanza amenazas a éstos. Es por eso que vemos artículos y opiniones ahora, que desprestigian a los blogs, que les ponen reparos, que siembran dudas sobre ellos, que los señalan de amenazar a la democracia, que los acusan de escribir mentiras, de meter basura, de despotricar a personalidades.

Yo lo veo menos peligroso. Las bitácoras son simplemente, una forma más de comunicación humana, que no difiere de estar en el bar departiendo con amigos o en la peluquería de señoras, en donde se comparten chismes e intimidades.

No es un peligro para la democracia ni muchos menos, sino, simple comunicación, simple conversación con otra persona, que si no nos agrada o no compartimos sus ideas, pues nos disculpamos con una mentira piadosa (llevo prisa) y nos vamos. Pero lo bueno de la internet, es que ni siquiera tenemos que disculparnos por no leer estupideces: click.