sábado, 29 de septiembre de 2007

La libertad, según la política, pero sin derechos

Bueno, he caído en la fiebre electoral como mucha gente en la actualidad. Los partidos se preparan para la próxima contienda y ya comienzan con sus estribillos de campaña. Por lo menos ARENA, sabemos que su caballito de batalla será “la libertad”. El Frente aún no sabe cuál utilizará y no me atrevo a predecir. Posiblemente de nuevo “el cambio”.

La cuestión es que eso de la libertad es bastante choteado, y ARENA no es la mejor defensora de ésta, en los 20 años que cumplirá su administración no ha dado muestras de mucha libertad, y me refiero a que nunca han hecho nada por defender el derecho de los homosexuales, que considero, es un segmento muy importante que se debería de seducir en las contiendas electorales.

Se dice que un 10 por ciento de la población de un país es homosexual, pero hasta la fecha ningún partido ha pretendido atraer a estos votantes. Y sabemos que muchas (os) personas en el gobierno son homosexuales.

Sí los hay: fundadores de este partido, funcionarios, ex funcionarios, ex diputados y empleados de gobierno son gay. Nosotros lo sabemos, están ahí trabajando, pero se les niega el derecho de ser lo que son y se les arrincona para que no figuren mucho. Yo podría decir quiénes son, pero no lo haré, no porque me autocensure, sino porque creo que divulgar las preferencias sexuales es una decisión personal y en eso no debemos entrometernos.

Y lo que pasa es que ARENA es un partido conservador y ¡válgame dios! Si alguno de ellos revelara sus tendencias (aun cuando en los corrillos gubernamentales se hable de ello), sería la muerte pública. En la izquierda también los hay, y a montones, pero de ello no se habla nada. ¿Qué habrá sido de aquel ex dirigente anciano del Frente? Ya no he escuchado nada sobre él. No ha muerto, estoy seguro. ¿Y en el PDC?, sí también, recuerdo de un par de ellos que parece ya no están.

Así es mis amigos, se habla de libertad para atemorizar a la gente, pero no se habla de derechos. Ningún partido tiene en su agenda a los homosexuales. Nadie habla de nuestros derechos, ni siquiera los de las mujeres. Vean a la vicepresidenta, que parece loquita lanzándose ella sola como candidata sin apoyo de nadie, porque ya sabemos, ARENA es un partido machista. Y por supuesto, ella no será su candidata.

Y en la izquierda, de donde se esperaría que vinieran los cambios importantes, eso no es tema de agenda. Vean cómo en España, luego que llegó Zapatero a la presidencia se legalizaron los matrimonios homosexuales. Eso jamás pasará en el trópico.

Así que tal parece, que los homosexuales volveremos a quedar fuera de la agenda de los políticos y votaremos por cualquiera, ya sea porque nos sugestionen con eso de “la amenaza a la libertad” o la necesidad de “el cambio”.

¿Qué les puedo decir? Falta mucho para las elecciones y tomar una decisión.

viernes, 7 de septiembre de 2007

¿Me estoy volviendo cuadrado?

Algunas cosas que he deseado en la vida se han vuelto realidad con el paso de los años, excepto aquello de ser superguapo. ¿Milagros? No lo creo, pero la coincidencia es tanta que a veces dudo. Lo malo es que estos milagros no ocurren cuando quiero.

Mi niñez fue muy dura, pues crecí en un ambiente religioso muy conservador, por eso, cuando descubrí mi homosexualidad, de entrada la rechacé y recé mucho para que desapareciera, pero no ocurrió, así que a continuación deseé que por lo menos no me gustaran los hombres: pedí ser neutro.

Y tampoco se me concedió en aquel tiempo. Al contrario, tuve una adolescencia muy calenturienta. Odiaba tener erecciones por el sólo echo de ver a un tipo guapo en calzoneta o a alguien con el pantalón ajustado.

Pasaba al lado de algún chico guapo y de pronto sentía como una explosión en la cabeza y ondas eléctricas desde los pies hasta el cráneo. En realidad el impulso sexual entre los adolescentes en muy fuerte, pero en mi caso, deseaba que no me ocurrieran.

Y bueno, la masturbación dos veces diarias y los pensamientos sexuales cada cinco segundos. Es increíble que los jóvenes no se vuelvan locos con la mente tan ocupada en el sexo. Y los chicos guapos en cada rincón que miraba. En verdad era una tortura. Y yo deseaba ser neutro, no sentir nada, pero era imposible detener a la naturaleza.

Ahora, viendo hacia atrás, comprendo que el impulso sexual es más fuerte que el propio razonamiento. Y eso lo saben mejor ustedes lectores: los mayores problemas que hemos pasado en nuestras vidas han tenido como origen el deseo de un contacto sexual. Sí, eso nos ha puesto en situaciones difíciles.

Y bueno, el milagro se me está concediendo a esta edad. Ya no siento eso, no siento ondas eléctricas en mi cuerpo ni explosiones en mi cabeza. Nada. Veo a chicos lindos pero no paso de admirar la belleza y… nada.

¿Será que me estoy volviendo neutro? Y no es que ahora me gusten las mujeres, sino que simplemente, los jovencitos no me gustan, los veo como hijos y quizá, si se me diera la oportunidad, no pasaría de un beso en la frente.

Y no es que sea un anciano, pues aún no llego a los 40, pero ya me pasó aquella fantasía juvenil. A veces la añoro, pero pienso que quizá simplemente soy una persona normal y que conforme pasan los años, la forma de ver la vida va cambiando.

Ahora ya no pienso en sexo cada cinco segundos, sino en otras cosas: que el país está mal, que los homosexuales debemos de tener más derechos, que estamos acabando con nuestro medio ambiente, que debería haber cambio de gobierno, que hay muchos pobres, que me da pena ver a niños pidiendo en las calles y yo me trago una hamburguesa de $4,00, etc.

Quizá no me estoy volviendo cuadrado, sino que simplemente, estoy en franca ruta hacia la tercera edad. Que de paso dicen, es cuando en verdad estamos en paz.

¡Pues, bienvenida sea!