El Salvador quizá sea uno de los países más conservadores e intolerantes que existe, por eso surge este blog, que pretende ser la voz de aquellos que siempre han estados excluídos y estigmatizados dentro de esta sociedad.
viernes, 27 de febrero de 2009
¿Y el estadio Don Will?
jueves, 5 de febrero de 2009
¿De qué raza soy pues?
Estoy estudiando inglés en una escuela de adultos en Los Angeles. Como es pública, el gobierno lleva en sus estadísticas la información de sus estudiantes, entre ella, el perfil racial. Un día la maestra nos pasó un test donde se nos hacían varias preguntas sobre nuestra identidad cultural y racial. Vaya, estas cosas nunca se preguntan en El Salvador y quizá por eso me puse a meditar un poco sobre el asunto.
Primero, qué lengua hablo, por supuesto, el español. Fácil. Pero luego venía la pregunta sobre mi raza y allí sí me detuve a analizar. Las opciones eran las siguientes: blanco, asiático, nativo americano, negro e indígena. Antes había una clasificación muy general para clasificar a los latinos, me pareció un poco racista esta especificación: latino blanco, latino no blanco ¿?
¿Verdad que la cosa se va complicando? Pero bien, la maestra comenzó a dar las explicaciones para que respondiéramos, lo cual yo vi innecesario. Usted –le dijo a un chino– es asiático. Usted es blanca –le dijo a una rusa. Luego se dirigió a algunos guatemaltecos, que les dijo que si se consideraban indígenas, pues eso debían de poner. Y luego se dirigió a los que parece que no entrábamos en ninguna definición.
Yo, de pronto noté mis diferencias. No era blanco, no era negro, no asiático y tampoco indígena ¿Qué diablos soy pues? Soy de tez morena, pero mi morfología está lejos de la del negro, pero tampoco era chino, mis ojos son redondos y grandes. Indígena no, porque soy barbado y cejas gruesas; blanco no, porque soy pequeño, ojos negros y piel morena.
Vaya qué problema para muchos de nosotros en clasificarnos racialmente, en especial para los salvadoreños que es a quien en realidad me parezco. Los salvadoreños creo, somos únicos en esto de la mezcla racial. El asunto es que me di cuenta que soy mestizo en un cien por ciento. Soy pura sangre mestiza: español con indígena y genes rezagados de árabe que trajeron los españoles. Es una contradicción ser sangre pura mestiza, pero sentado en ese pupitre me di cuenta de ello.
Así que para terminar mi test, marqué: blanco-indígena (puro).