Bueno, es extraño que un país esté expulsando a su gente por décadas. Eso significa que las cosas no andan bien.
Fíjense que meditando sobre esto, llegué a la conclusión de que El Salvador es un país terriblemente discriminador, que expulsa a todo aquel que no es del círculo dominante o que no se somete a éste.
Miren, en El Salvador es común que se vea con desprecio a la gente pobre. Es válido sacar de un restaurante caro a los malvestidos. Los empleados verán con grandes ojos a algún ciudadano pobre que vaya llegando al lugar.
La discrminiación de los pobres es una situación escandalosa que uno se percata hasta cuando ha salido de su país, como es mi caso, que resido en la actualidad en Estados Unidos. Cuando uno vive en su país, pues parece natural esta discriminación.
Este fenómeno creo que viene desde el tiempo de la colonia, cuando los españoles miraban con desprecio a la población local, sentimiento que se ha seguido prolongando a lo largo de la historia.
Este ideología ahora la comparte la clase dominante, que se ha encargado de propagarla constantemente. No es raro entonces que se discrimine todo aquello que no vaya con los patrones morales de esta clase y se vea como inferior a los pobres, los analfabetas, los homosexuales y a todos los que no compartan esta ideología. A los "igualados". Vaya palabrita.
Me acuerdo que en bachillerato, (increible) se me enseñó sobre la estratificación social: clase alta, media y baja, y quizá la maestra no había entedido el espíritu de la asignatura, pues comenzó a clasificarnos, al final, yo era de clase baja-media. !Qué estúpido!
Pero así es, la discriminación es una cuestión muy natural en El Salvador. Por supuesto, siempre ha habido gente que no está de acuerdo con esta ideología y es por eso que en el país han habido masacres y guerras... y exiliados.
Están los exiliados políticos, los exiliados económicos y los exiliados por orientación sexual.
En esos últimos me encuentro yo. Acá en Los Angeles, me encuentro con muchos salvadoreños homosexuales, que quizá no saben con certeza por qué abandonaron su país, pero conversando con ellos, es obvio que no se sentían libres, que estaban insatisfechos con sus vidas, que sentían muy pesada la carga de las recriminaciones sociales y de sus familias sobre su comportamiento sexual. O que vivían encerrados en esa camisa de fuerza heterosexual a la que muchos se ven sometidos a vivir.
Si nuestra sociedad no termina de cambiar de mentalidad, creo que muchos salvadoreños más seguirán abandonado su patria, para buscar tolerancia en otras partes.
1 comentario:
Creo que desgraciadamente es cierto todo lo que usted ha escrito en su post, pero tengo que decirle que le faltó escribir que los pobres también discriminan.
Ellos discriminan a los homosexuales, a los más pobres y algunas veces a los de clase media y a los ricos. He oído a gente muy pobre hablando de que ellos son "mejores" personas que los ricos, sólo por el hecho de ser pobres, he escuchado cómo dicen que son mejores padres de familia, que los homosexuales son una aberración a Jehová y que por ende se van a ir al infierno.
Yo pienso que sólo por el hecho de ser pobres, no son, ni mejores padres (o madres) de familia, ni mejores personas... en las familias ricas, clase media y familias pobres se dan los abusos físicos, orales y los peores que son los abusos sexuales....
Y ciertamente, la discriminación a los homosexuales existe en todas las clases sociales.
Países como Estados Unidos, Europa, Australia están mucho más avanzados que nosotros, aunque también existe la discriminación, han avanzado mucho hacia la justicia social para todos....
Pero todavía falta mucho camino que recorrer en todos los paises del mundo....
Buena suerte....
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