"El respeto al derecho ajeno es la paz" dijo don Benito Juárez. Esa cita siempre la leí saliendo de la U cuando era estudiante, pero quizá nunca significó nada para nadie, en especial, porque era precisamente en la entrada de la UES donde solían ocurrir manifestaciones en contra del gobierno, que usualmente terminaban con carros con vidrios rotos o quemados y gente golpeada.
En fin, el respeto al derecho ajeno es como una creencia religiosa, que no se sabe si al final se obtendrá, pero que todos los días se lucha por ello. En El Salvador, esta linda frase siempre ha sido tomada a medias por los políticos y terratenientes en el pasado, y era el respeto a la propiedad ajena, y vaya si no han usado todas sus energías y recursos para que los pobres entiendan eso.
En estos tiempos, el respeto al derecho ajeno se limita casi a la libertad de expresión. Los políticos y empresarios se llenan la boca diciendo que existe la irrestricta libertad de expresión en el país. Yo digo que quizá.
Y bueno, la verdadera esencia del "derecho ajeno" siempre ha queado en el aire. Creo que don Benito Juárez no se refería sólo a propiedades y libertad de expresión cuando dijo su célebre cita, sino que también se refería a la individualidad, al respeto de la dignidad de las personas, cosa que en El Salvador siempre se ha pasado por alto. El irrespeto de la individualidad ha sido la comida diaria en el país por siempre.
¿Qué significa el derecho ajeno en estos tiempos? Pues en nuestros días, es el la tolerancia de la individualidad, palabrita que a muchos religiosos no les gusta, porque se refiere a vivir la vida como mejor nos parezca, sin tabúes ni prejuicios.
La individualidad es la materia pendiente de los actuales gobiernos y tiene mucho que ver con la tolerancia. El Salvador es un país históricamente intolerante de aquello que se sale de la norma. Y la norma, siempre ha sido impuesta por la clase dominante en alianza con la iglesia católica.
Entonces, todo aquello que parezca bayunco, de mal gusto y pecaminoso será censurado por la iglesia em primera isntancia, y luego, por los diversos grupos sociales fieles a las ideas jurásicas.
La homosexualidad siempre ha sido calificada de mal gusto y pecaminosa en el país, y por eso, a los homosexuales en el país les han quedado dos caminos para poder sobrevivir: declararse públicamente y ser el hazmerreir del barrio (que al final acepta a la loquita y le pedona su "desviación") o callar y encerrarse en el armario para siempre, evitando la crítica por medio de matrimonios y procreación de hijos. No sé por qué en El Salvador existe la creencia que los homosexuales no pueden tener hijos. Si tenés hijos no sos gay.
Entonces, el irrespeto al derecho ajeno, al derecho de la individualidad, es un problema grave en el país, que trae como consecuencia la agresión física y verbal de la comunidad homosexual en primer lugar, y llega a niveles trágicos como homicidios. Luego, esta intolerancia fomendata históricamente por la iglesia católica y últimamente por las iglesias cristianas, políticos y fanáticos religiosos, causa que los homosexuales lleven una vida falsa, casados y con hijos, viviendo vidas miserables.
Y la última consecuencia de esta intolerancia es el autoexilio. Muchos homosexuales salvadoreños simplemente se van del país, abandonan su patria querida que los ha despreciado, que se ha burlado de ellos, que les ha encarado que se irán al infierno por pecaminosos y se marchan a otra patria, que no le encara nada, pero que es fría y extraña.
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