jueves, 8 de abril de 2010

El misterio de los culos sensibles

Meditaba en los esporádicos mensajes que una lectora me dejaba en mi blog, cuya recurrente crítica hacia mi condición como homosexual era el uso del ano para la relación sexual, lo cual calificaba como antinatura, aberración y fuera de todo propósito reproductivo.

Esta es una acusación constante de los homofóbicos contra la comunidad gay y sustentan sus ataques en la ley natural, es decir, que el ano no tiene ningún otro propósito que expulsar desechos del cuerpo. Esto es una verdad a medias, según mí entender.

Lo curioso de esta gente, que dicen cumplir con la ley natural, es que pasan por alto otros usos que las personas hacen de sus cuerpos, pero que tienen algún significado práctico en la convivencia diaria, por ejemplo, el uso de anillos en los dedos.

¿Por qué la gente se pone anillos cuando la única razón de existir de los dedos es sujetar? No tiene sentido según la ley natural, al igual que perforarse las orejas para ponerse aritos. Luego, la cabeza. ¿Por qué la gente pone cosas sobre su cabeza? ¿Para cubrirse del sol? Pues si ya tenemos cabello. Los sombreros serían cosas innecesarias e ilógicas para estos críticos.

Y así, la lista de usos innecesarios que la gente hace de sus cuerpos es larga.

Pero volviendo al tema en cuestión, el uso del trasero para otros propósitos no es una costumbre exclusivamente gay. Muchas parejas heterosexuales mantienen relaciones anales y en algunos casos, son los hombres quienes disfrutan de la penetración de parte de sus compañeras.

Una cuestión que pasan por alto estos acérrimos críticos de la comunidad, es que por alguna razón inexplicable, esa zona del cuerpo es muy sensible a la excitación sexual y uno se pregunta ¿para qué carajos la gente necesita tener culos sensibles? Y si cuestionamos la ley natural en este sentido: ¿para qué dios le puso traseros excitables a la gente?

Entonces, la crítica de los defensores de la ley natural es una velada actitud de intolerancia hacia la población homosexual en general, incluyendo a las lesbianas, porque a estas no las acusan de usar sus nalgas para otros propósitos que no sea el de zurrar, sin embargo, también ellas son blanco de sus ataques.

Su odio hace pasar por alto su propia ley natural, pues si la gente tiene anos excitables ha de ser por alguna razón hasta ahora no entendida por la comunidad científica, pero que debe de tener algún sentido lógico en la vida diaria. Definitivamente se descarta la reproducción humana.

Podría ser que la sexualidad humana no sea únicamente para la reproducción de la especie sino también para la felicidad. Siguiendo la lógica de la ley natural, el sexo es sólo para hacer más niños, pero no necesariamente debe ser bueno. Hay especies de arañas cuyos machos terminan siendo la cena de la hembra después del coito. Masoquismo extremo si la víctima disfrutara de esto.

Por otra parte, si el único propósito del sexo en los humanos sería traer más niños al mundo, debería ser placentero también para la mujer el momento de dar a luz, pero al contrario, es una experiencia dolorosa. ¿Entonces, por qué el sexo es bueno y parir es doloroso?
Pues parece que nada tiene sentido hasta que caemos a la cuenta que el sexo en sí, es para sentir placer y no necesariamente ese placer debe de resultar en un niño. Los animales tienen un comportamiento similar al humano y en muchas especies el sexo no tiene que ver con la reproducción.

El misterio a mi parecer queda resuelto si entendemos que el humano es un ser sexual, que su cerebro está ocupado la mayor parte del día pensando en sexo, viendo el trasero del prójimo y que muchas de sus acciones tiene como base la lujuria.

Por lo tanto, no es sorpresa que este ser sexual tenga sensibilidades sexuales en otros sitios aparte de los órganos reproductivos: en el ano, pezones, nalgas, entrepiernas, detrás de las orejas, etc., etc. ¿Y por qué la gente tiene sensibilidad en esas zonas? Pues quizá la respuesta más sencilla sea para sentir felicidad. La naturaleza es sabia. Los homofóbicos, no.

P.D. Échenle un vistazo a mi otro blog: Letra Muerta

2 comentarios:

Ligia dijo...

La penetración anal no tiene propósito reproductivo...¿Y? No todas las actividades de contacto interpersonal lo tienen, ¿verdad?

Más allá de este y otros argumentos, hay que recordar que la idea de Ley Natural es, a fin de cuentas, una contrucción social. Una muy dañina, en tanto que se ha utilizado para justificar prejuicios, discriminación y abusos de toda clase hacia personas que se consideran diferentes a la "norma" (también elaborada socialmente).

Felicidades por tu blog. Saludos :)

TITO dijo...

Últimamente te he estado leyendo y me gustan tus publicaciones, y más aun que seás salvadoreño. Te estamos siguiendo.