De nuevo la señora Regina de Cardenal, vuelve a arremeter contra la indefensa comunidad homosexual del país, mediante un artículo publicado en El Diario de Hoy, (http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_opinion.asp?idCat=2907&idArt=1257906), en donde hace afirmaciones falsas y acusaciones descabelladas, para fomentar el odio y rechazo hacia los gay y lesbianas de este país.
Es increíble la cantidad de falacias y juicios de valor que muestran una homofobia exacerbada y rabiosa de parte de la señora de Cardenal. Estar en contra de este estilo de vida no quiere decir que debamos de comenzar a promover el odio basado en mentiras. Me recuerda a la Santa Inquisición, cuando los inquisidores se inventaban verdades ridículas (como que las sospechosas de brujería se comían a los niños) para justificar los asesinatos que se hacían en nombre de Dios.
Al leer su artículo detalladamente, la señora de Cardenal, cita datos estadísticos sacados de donde no sé qué fuente y asevera que éstos “demuestran” que los hijos adoptados o naturales de homosexuales, sufren más abusos físicos, sexuales y abandono que de padres heterosexuales.
Es decir, siguiendo su lógica, todos los niños en los orfanatos del país, sus padres son homosexuales. Son hijos de homosexuales los niños que vemos en las noches durmiendo en los portales del centro y que piden dinero en los semáforos. Son hijos de homosexuales los miles de casos de violaciones de niños que se ventilan en los tribunales del país.
Luego critica un supuesto proyecto de ley en Brasil, que ella llama “ley mordaza”, en donde se castiga cualquier tipo de discriminación contra homosexuales. No sabía que una ley que busque resguardar a los desprotegidos le pueda causar molestia. Igual, me recuerda las discusiones estúpidas cuando se trataba de igualar los derechos de los negros en Estados Unidos.
La señora de Cardenal va en contra de la historia, en contra de su mismo género, que por miles de años fue discriminado en Occidente y que aún sigue bajo el yugo machista en los países árabes. Fueron mujeres las que lograron su emancipación luego de largos años de protestas y rechazando las afirmaciones machistas de que ellas servían únicamente para dar a luz hijos y cuidar la casa.
Luego afirma, siguiendo el comentario sobre la ley mordaza, que si ésta se aprueba en Brasil, una pareja no podrá despedir a una niñera lesbiana aunque ésta esté pervirtiendo a sus hijas. ¡Vaya vaya!
Volviendo al mundo real, el hecho de que una mujer sea lesbiana, no significa que vaya a pervertir a otra mujer. Además, debería la señora de Cardenal definir que es perversión para ella, si hacer actos contrarios que la ley ya castiga, como el tocamiento a menores, la exposición a pornografía y en última instancia, el abuso sexual (castigado hasta con 20 años de cárcel).
O al contrario, como lo sospecho, se refiere al sólo el hecho de haber nacido así. Me pregunto ¿qué pasaría si la señora de Cardenal tuviera un hijo o hija homosexual? ¿Los echaría del hogar por pervertidos?
Y bueno, finalmente, la señora justifica su artículo incendiario, con la supuesta visita de un grupo pro gay a jueces, con la finalidad de convencerlos de que los homosexuales son mejores padres que los heterosexuales. ¿?
¿Desde cuando se debe de convencer a los jueces para que una ley (en este caso, ley de adopciones) se modifique, derogue o apruebe? Está perdidísima la señora de Cardenal. Los jueces no hacen leyes, aún cuando más de alguno sea homosexual y esté de acuerdo con los matrimonios entre el mismo sexo.
No señora, las leyes se aprueban en la Asamblea Legislativa y si un día, una mayoría de diputados avala los matrimonios gay, no habrá nada qué hacer, ni siquiera los jueces, que deberán de aplicarla. Desde ahí se observa que la señora de Cardenal busca cualquier chisme infundado y descabellado para aceitar su ametralladora y atacar a los homosexuales.
1 comentario:
muy buen aporte esa señora esta demente, que vivan los homosexuales!!! somos mejores que los hetero... F: Gothic hexe
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