jueves, 18 de octubre de 2007

¿Las uniones del mismo sexo denigran a las personas?

Bueno, esa es la tesis de Doña Regina de Cardenal en su último artículo en El Diario de Hoy, donde hace sus elucubraciones mentales y dibuja al candidato presidencial perfecto ––que por cierto es un hombre–– para el país, y reitera de forma velada su odio hacia la comunidad homosexual de El Salvador.

http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_opinion.asp?idCat=6342&idArt=1770082

Hace un listado de las virtudes que debe de tener este candidato ––nunca menciona que podría ser mujer–– entre ellas, que debe ser un buen padre y además un creyente cristiano ¿Un religioso en el gobierno? ¿Acaso no es este un Estado laico en donde no importa la fe del candidato, sino su capacidad para gobernar?

Pues, leyendo entre líneas el artículo en cuestión, resulta que Doña Regina de Cardenal, quisiera ver en la presidencia a un hombre ––sí un hombre–– profundamente católico, fundamentalista, homofóbico y además, con credenciales de buen empresario.

Por lo estrecho de su análisis, no me queda duda de que se está refiriendo a que quisiera ver a René Figueroa como presidente, y como ella es una cristiana ortodoxa, sabe que una mujer no debe estar sobre la autoridad de un hombre, y por eso es que no menciona que el presidente pudiera ser del sexo femenino. Si no hay curas mujeres, tampoco debería de haber mujeres presidentes.

Pero volviendo al título de este artículo, ella pone en el mismo plano los vicios humanos con la homosexualidad:Que defienda la dignidad de la persona y se oponga a todo lo que la denigra como la prostitución, las uniones del mismo sexo, la pornografía, especialmente la infantil, el uso o tráfico de drogas, la discriminación étnica y racial. ”

¿Es equivalente colocar las uniones homosexuales en el mismo plano con la pornografía infantil, el tráfico de drogas, la discriminación racial o la prostitución? Todos, excepto las uniones homosexuales, son delitos o mal vistos por la sociedad. ¿Por qué lo escribe en el mismo párrafo?

Trato de imaginar el tipo de sociedad que la señora de Cardenal ansía en su mente: un estado religioso, gobernado por curas o pastores, donde la ley penal no se distinga de los Mandamientos, donde la mujer esté sometida por el hombre, donde se castigue con cárcel los pecados y se ejecute públicamente a los homosexuales. Sí, esa es la sociedad que ella sueña, nada distinto a lo que hacían los talibanes en Afganistán.

Por suerte, vivimos en una sociedad más o menos libre, donde los homosexuales, aún sin el reconocimiento del Estado, conviven maritalmente y en donde los pensamientos como los de esta señora poco a poco se van desvaneciendo, gracias a los medios de comunicación alternativos ––como la internet y este blog, por ejemplo–– y que la gente poco a poco se va desprendiendo de las ataduras morales que le impone la religión.

Por cierto, una Iglesia Católica llena de curas homosexuales que abusan de menores sin que la señora de Cardenal diga nada y calle de forma sospechosa. Igual que la misma Iglesia.

¡Vaya, cuánta hipocresía!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

para mi generan pasiones incontrolables

Anónimo dijo...

por favor, si tienes mas informacion sobre esta mujer o acceso a mas informacion ( sobre todo video)
ponte en contacto con nosotros
vivalavulva33@hotmail.com
en privado mas detalles..
un saludo desde Nueva York

Anónimo dijo...

Seria bueno pubricar nuestro descontento por estas declaraciones a travez de un medio masivo...
Jose Duran.
ja_duranp@hotmail.com