viernes, 24 de abril de 2009

Los derechos de los gays no es una cuestión de popularidad

La semana pasada el Arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, se presentó ante la Asamblea Legislativa con un legajo de páginas donde 200 mil personas firmaban para expresar su apoyo a la reforma constitucional que reconocería únicamente al matrimonio entre hombre y mujer como válido en el estado salvadoreño.
He escuchado comentarios en radios y leído opiniones en foros, en donde mucha gente de forma iracunda se muestra en contra de las uniones de personas del mismo sexo y traen a cuenta que una minoría no debe de imponerse ante la mayoría del país.
Esto me hace pensar un poco más sobre el concepto de democracia que tenemos los salvadoreños en la mente: la voluntad de las mayorías. Humm, me parece que este concepto no se apega a la realidad.
En la antigua Grecia existía la democracia, pero no participaban de ello los esclavos. Muchos creen que democracia es votar y ganar la mayoría en los órganos principales del país, pero eso es solamente una parte de la democracia, la fuerza de la mayoría.
En la actualidad la democracia no sólo es votar, sino, la convivencia pacífica de la sociedad, que conlleva una dosis grande de tolerancia y respeto por los más débiles.
El arzobispo tiene aún esa mentalidad arcaica de democracia, lleva las firmas para amenazar a los diputados, en especial a los de izquierda. Ahora que ya pocos creen en el infierno, como elemento persuasivo, el religioso se vale de la bravuconería de 200 mil firmas para conseguir la reforma constitucional.
En nuestros días, la democracia implica el respeto a todos los ciudadanos, y el reconocimiento de todos sus derechos, que no deben de ser menos que los de otros. La misma iglesia confiere algunas virtudes terrenales a los humanos desde que nacen: bautizo, comunión, confirmación, matrimonio y extremaunción.
Así que el matrimonio es un derecho de las personas desde que nacen y es algo que no se debería de estar cuestionando en estos momentos. El tema acá es que muchas de las personas señalan argumentos religiosos para oponerse. De pronto El Salvador ya no es un estado laico, sino religioso.
La reforma legal se hace para proteger la institución del matrimonio y los valores morales de la sociedad, argumentan sus defensores. ¿Pero cuáles son eso valores morales? Pues los que ha dictado la iglesia por cientos de años en nuestro país, entre ellos, que los homosexuales irán al infierno por inmorales y por estar en contra de los mandatos de dios.
Ese es el argumento. Un argumento religioso. Y si por popularidad nos fuéramos, acá cada vecino dice ser un buen cristiano y creyente. Es decir, que fueron pocas las 200 mil firmas presentadas por el arzobispo.
Por eso creo que esta reforma constitucional debe de apartarse del tema religioso y de los rating de popularidad y aterrizar en el campo de los Derechos Humanos. No es una cuestión de popularidad sino de justicia, de justicia terrenal.

3 comentarios:

El Autoexiliado dijo...

Es una pena que El Salvador este dando pasos hacia atrás. Las iglesias cristianas y gente cínica se vale de la comunidad LGBT para obtener popularidad como tu lo dices. En lo personal creo que tenemos a una iglesia católica chantajista en el país, que hizo firmar un tipo de "pacto" entre todos los partidos políticos para mantener penalizado el aborto. Siento que de alguna forma la iglesia quiere arrinconar al FMLN para que apruebe la "reforma". Si el FMLN se negara, no dudarían en predicar que son "seguidores del diablo".

Anónimo dijo...

Buen blog!
Lucha!!!
besotes desde España
www.algundiatelocontare.blogspot.com

Anónimo dijo...

estoy de acuerdo con el primer comentario, el fmln se encuentra en una situación difícil, porque los otros partidos, la iglesia católica, etc. van a usar en contra de ellos el hecho de que ellos se nieguen a participar en esta ley... la cual no es necesario porque si en este momento dos personas del mismo sexo quisieran casarse, no podrían....

en cuanto a moralidad, muchos "cristianos" tienen una vida más sucia y más hipócrita que la de cualquier ateo, homosexual, etc., siempre he pensado que somos una sociedad muy hipócrita....
mi consejo es que los gay tengan paciencia, recuerden que no hay mal que dure cien anhos ni cuerpo que lo resista... ánimo y adelante!!!!!!!!!!

mariamartha