sábado, 8 de mayo de 2010

Cae otro grande del movimiento cristiano antigay

George Reckers

¿No había dicho antes que los homofóbicos siempre tienen la cola pisada? Y es que esa vehemencia de su odio hacia los homosexuales tiene un origen sicológico, que es la negación de su propia homosexualidad.
En la última batalla de la guerra entre gays y homofóbicos, salieron como grandes perdedores los defensores de la intolereancia y el odio, ya que su más preciada joya, el inventor de la terapia para "desamariconar" hombres, está en medio del escándalo luego de contratar los servicios de un joven prostituto gay, a quien llevó de gira por Europa.
En su elocuente defensa, George Reckers, dice que efectivamente contrató el joven para que le ayudara con el equipaje. Lucien, el acompañante de Reckers, ofrece sus servicios en la página de internet rentboy.com de contenido homosexual.
Reckers es un ministro religioso, creador de la terapia que cura la homosexualidad y fundador de la organización "National Association for Research & Therapy of Homosexuality" en Estados Unidos. Sus posiciones homofóbicas son bien conocidas por la comunidad gay estadounidense.
Reckers en el aeropuerto junto a Lucien
Pero como saben, nadie puede resistirse al sexo. Inútilmente los religiosos conservadores tratan de suprimir el deseo sexual de la humanidad, de acusarlo de sucio y pecaminoso, y más, si este deseo lo provoca una persona de nuestro mismo sexo.
A costa de todo cuestionamiento teológico, moral y en contra de su misma terapia, el señor Reckers decidió entrar a un sitio gay en internet, suscribirse y contratar los servicios de un joven y atractivo gay para que le cargara las maletas durante diez días por Europa. ¿?
Parece que nada tiene sentido hasta cuando caemos a la cuenta que el señor Reckers en realidad es homosexual y que simplemente sucumbió ante el poder del deseo sexual. Y el problema no es que sea gay, sino que toda su vida ha ofendido a esta comunidad, la ha difamado y se ha inventado una gran mentira que muchos fanáticos religiosos, como la señora Regina de Cardenal se creen: que la homosexualidad se cura.
Este es un golpe más contra el movimiento antigay. Recordemos el reciente escándalo en marzo, cuando el senador estatal de California del Partido Republicano, Roy Ashburn fue pillado saliendo borracho de un bar gay acompañado de un hombre. El político también era un activista antigay. Poco después el senador aceptó públicamente su homosexualidad.
Estos casos hacen parecer que esta es una guerra protagonizada por homosexuales, entre aquellos que aceptan abiertamente su condición, y los que no la aceptan, que odian ser gay, que piensan que es incorrecto y pecaminiso.
Estas infelices personas no se conforman sufrir ellos solos, sino que quieren vengarse de la vida, de embarrar de su miseria a otros gay, echándoles en cara que son pecadores, que se irán al infierno, que dios los odia. Carecen totalmente de humildad y no aceptan las cosas tal como son y pretenden cambiar algo que jamás se podrá cambiar.
Parece ser cierto aquello que las personas homofóbicas, en el fondo son gay.

Así las cosas mis amigos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

muy fina ella, quiere tapar el sol con un dedo jaja, me dan risa esos homofobicos de mierda,
hey no has escrito nada sobre los rumores de la parejita del Barca, Ibrahimovick y Pique, para todos los barcelonistas salvadoreños... SALGAMOS DEL CLOSET!!

Anónimo dijo...

Puede que los homofóbicos no acepten su orientación sexual pero no todos los que están ocultos son homofóbicos.
No es una enfermedad, es un proceso mental. Durante siglos se ha enseñado a reprimirlo. Seguramente la atracción por el mismo sexo sea algo inevitable.
Saludos.
Alejandro.

Anónimo dijo...

http://www.bbc.co.uk/blogs/mundo/cartas_desde_cuba/2010/05/con_todos_y_por_el_bien_de_tod.html#more