Hablando siempre del tema de la libertad de expresión, y de la hipocresía de la mayoría de los medios grandes de El Salvador, me enteré de una noticia sobre la muerte de una mujer que presuntamente había hurtado productos del supermercado Super Selectos de Mejicanos y que murió electrocutada en una bodega del lugar, donde fue llevada a la fuerza por vigilantes que la descubrieron con la mercadería.
Esta noticia se propagó como pólvora encencedida en los diferentes blogs y foros salvadoreños, y para ser sincero, algunos veces yo no me fio de su veracidad, porque el trasfondo de la indignación que en ellos se expresaba, era que los medios de comunicación tradicionales no habían publicado nada, simplemente porque
Super Selectos es una empresa que compra mucho espacio. Es un cliente VIP.
Busqué el nombre de la víctima en google y ningún medio "serio" había publicado nada. Sólo los blogs y foros que antes mencioné, por lo tanto pensé que esta era una especie de leyenda urbana que suele propagarse y hacerse más exagerada según se va repitiendo. Y este era el caso: la historia iba siendo más dramática según iba revisando los blogs, al grado que al final la mujer era una heroína de los pobres que fue llevada a empellones a una bodega (sala de tortura) por los dos matones donde fue torturada horriblemente, y cuando quizo escapar al horror, murió electrocutada.
Pero luego, hoy vuelvo a ver algunos medios internet serios y resulta que la noticia es real, según publica lapagina.com.sv y se trata de Karen Yamileth Cordero que efectivamente murió electrocutada el 14 de octubre en una bodega del supermercado en cuestión, donde había sido llevada por los vigilantes luego de ser descubierta hurtando mercadería.
Desde el punto de vista periodístico, esta muerte se vuelve sumamente importante, más que los asesinatos que a diario ocurren en el país, precisamemente por eso: no todos los días una muerte está tan relacionada con la miseria y pobreza en la que vive mucha gente y los victimarios son tan poderosos que se repite la historia de David contra Goliath o la leyenda de Robin Hood.
Desde el punto de vista de las relaciones públicas, su ocultamiento va a producir todo aquello que se pretendió esconder y más. Ahora, existe una compaña en contra del supermercado y de los medios tradicionales que no publicaron nada. Aunque creo, ya habían asumido ese riesgo desde antes, porque ellos saben que la sociedad salvadoreña no es muy organizada y estas cosas, al final no importan si tenemos que ir a comprar donde nos venden más barato.
Pero el punto que quiero destacar es esa forma antiética de actuar que tienen las empresas de comunicación del país. Por un lado reclaman derechos extraordinarios (fuero legal para todo lo que publican) y por el otro, no cumplen con la misión de informar a la población de todo lo que ocurre.
La no publicación de esta noticia sobre esta vergonzosa muerte no es algo casual. Ante un hecho como este, las empresas dejan de lado la ética profesional, tan cacaraqueada por algunos y sacan su calculadora. Los princios éticos pasan ahora a segundo plano y lo que se pondera es si la noticia suma o quita espacio publicitario. O, si el involucrado es un "amigo" o se trata de un apellido "respetable". Sí, eso ocurre en esta aldea llamada El Salvador.
Y bueno, la noticia sigue oculta para la mayoría de la población que no tiene acceso a internet, pero poco a poco se va haciendo una realidad que el monopolio de la información se va terminando en el mundo y que los medios de comunicación tradicionales sucumben ante la información espontánea que los mismos lectores generan o por el surgimiento de medios informativos alternativos que no tienen compromisos publicitarios y que la única razón que los mueve es hacer uso de la libertad de expresión, como yo lo hago en mi blog.
Así las cosas mis amigos.
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