lunes, 1 de noviembre de 2010

Aborto no, armas sí

El tema del aborto de nuevo es parte de la agenda nacional en estos días. Estaba meditando que El Salvador y dos países más en América eran los únicos que mantenían una prohibición absoluta sobre esto y me preguntaba por qué. La respuesta es más que obvia: el país está dominado por una visión religiosa, casi fanática.

La prohibición total se encuentra en la Constitución de la República y revela la mentalidad religiosa que los líderes políticos tienen en este país. Posiciones bastantes hipócritas por cierto. Si se les pregunta por qué El Salvador prohibe el aborto darán razonamientos morales-religisos, pero nunca técnicos ni científicos.

¿Por qué El Salvador prohibe totalmente el aborto? Simple: porque es pecado y el Cuarto Mandamiento dice "No matarás". Parece ridículo que en un estado laico como el nuestro, las leyes tengan un fundamento religioso y que no importa si su aplicación dañe o perjudique a terceros.

Ese absolutismo de la ley provoca que se cometan injusticias, como el que una niña deba de ser madre a su corta edad, que una mujer deba de traer al mundo a un niño deforme o incapaz del quien nadie se interesará después de nacido, excepto su madre. Que un aborto espontáneo o accidental deba de buscar un culpable que terminará en la cárcel.

Esos absolutismos, dignos de un dogma de fe hacen peligrosa una ley, aparentemente muy "humana" y justa. Por otro lado, sus defensores e impulsadores, mantienen una despreciable dualidad con la cultura de la muerte que se ha apoderado del país. Defienden de forma rabiosa la prohibición al aborto, pero no hacen nada para detener la epidemaia de homocidios que nos afecta.

Si dicen defender tanto la vida, ¿por qué no promueven la prohibición total del uso de las armas en en el país? Nunca nadie debate sobre este tema, quizá porque la industria de la muerte les beneficia a ellos mismos: vendiendo más armas y creando un gran ejército privado en el país.

Asi las cosas mis amigos

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